BOMBAZO DEL CHAPU Y A COBRAR

Pese a que no jugó bien, el equipo de Simeone logró su segunda victoria al hilo en el campeonato y también está en lo alto. A los 35 minutos del segundo tiempo, Braña marcó el gol ante un rival que lo complicó mucho. En el local no jugó Verón.

No son los días más felices de Simeone como técnico de Estudiantes, eso es evidente. Porque más allá de que en la primera fecha el Pincha se llevó por delante a Banfield, el Cholo tuvo más de un dolor de cabeza: además de la dura derrota frente a Lanús en la Copa Sudamericana, el DT tuvo que encontrar variantes para resolver la ausencia del lesionado Juan Sebastián Verón. Todo esto, con un equipo todavía afectado por las idas de los dos tanques de arriba, Pavone y Calderón, y la salida de su estratega, José Sosa. En este contexto, el rival de turno era Gimnasia (J), que hacía su presentación en el Apertura en el Ciudad de La Plata dado que su partido frente a River, por la primera fecha, fue postergado. La cuestión no arrancó bien para el León. Porque, pese a que el Lobo se plantó bien atrás y le entregó la pelota y el terreno, le costó horrores encontrar profundidad. En la falta de juego colectivo y en el exceso de intentos individuales se evidenció la ausencia de La Bruja. En el medio no había nadie capaz de crear juego como lo suele hacer él. A saber: Braña es un recuperador nato y deja el alma en cada pelota, pero está para otra cosa. Piatti encara como pocos y seguramente en breve dejará de ser una promesa y se transformará en realidad, pero lo suyo es complementar. El recién llegado Enzo Pérez tiene un ida y vuelta interesante pero lejos está de ser un lanzador. El Chino Benítez , en tanto, sufría su propia intermitencia y lo poco que lo involucraban sus compañeros en el juego del equipo. ¿Gimnasia (J)? Hizo muy poco en ataque y se resignaba con defender el empate. Tal es así que la primera vez en la que Andújar tuvo trabajo fue cuando le tapó un tibio disparo a Ramasco, en la agonía del primer tiempo. Justamente en el último tramo de la etapa fue cuando Estudiantes encontró el camino para llegar a Valdiviezo. Pero entre la buena tarea del arquero visitante y la poca claridad en la definición de los delanteros del Pincha, en especial Lugüercio, que lo tuvo dos veces pero no logró concretar, el empate fue inamovible. Estudiantes salió con otra actitud a jugar la segunda parte. Tanto Maggiolo como Lugüercio aportaron más movilidad al ataque. Incluso el Payaso volvió a tener la gran oportunidad de abrir el marcador a los 3', pero volvió a fallar. Las variantes del equipo de Simeone iban ampliándose conforme pasaban los minutos. El ingreso de Wilchez sirvió para que la rigurosa marca del fondo jujeño pierda referencia y quedara pagando más de una vez. La pelota, la iniciativa y las mejores chances eran del local. Claro que el resultado seguía 0-0 y los nervios de Estudiantes empezaban a aflorar. Simeone tomó nota y, en una muestra más de su madurez como entrenador, decidió sacar a un impreciso Piatti y apostó al equilibrio de Moreno y Fabianesi. Cerca de los 20', Alayes estuvo muy cerca de poner el 1-0 pero su cabezazo le guinó el ojo al palo izquierdo. Aunque enseguida el que lo tuvo fue Marcelo Ramasco, de lo más claro de Gimnasia (J), que le volvió a tomar examen a Andújar. El partido entró en un bache y parecía que el empate era número puesto. Pero a los 35' apareció Braña y la victoria terminó siendo de Estudiantes. El Chapu se animó y probó al arco tras un mal rechazo de Valdiviezo a la salida de un córner. La pelota pegó en el palo y entró. El Ciudad de La Plata explotó de alegría, de la misma forma que lo había hecho de rabia ante la reiterada pasividad del juez Pitana frente al juego brusco de Gimnasia (J), que debió haber terminado con uno menos. Respira Simeone, aunque como obsesivo que es, él más que nadie sabe que tiene muchas cosas para mejorar. Obviamente, siempre es más fácil cuando se mira a la mayoría desde arriba...