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Tras un flojo inicio de partido, Estudiantes aprovechó al hombre de más y al inspirado Piatti, para definir en el complemento un duro partido en su visita a Banfield. Maggiolo, Sanguinetti en contra y Verón de penal, metieron los goles de un Pincha que comienza el torneo de la mejor manera.

La mochila era pesada, pero Estudiantes demostró que la puede llevar. Tenía una visita complicada, ante un rival que llegaba con confianza, y sin tantos inconvenientes previos al partido como el Pincha. Que el ida y vuelta de Verón con la dirigencia y el transfer que le permitió jugar a último momento, que los refuerzos no eran de jerarquía, que los de adentro tenían que demostrar... Todo quedó a un lado en 45 minutos, gracias al oportunismo y a la mente fría que lo caracteriza para definir cotejos chivos. 3 a 0 y a lo que viene. La imprecisión de comienzo de campeonato se hizo notar en el primer tiempo. El Pincha perdió los hilos del mediocampo a manos de Villarreal y Quinteros. Sin embargo, no fue impedimento para crear alguna situación. Con nueve minutos en el reloj, Verón probó con un tiro libre a Luchetti, que se lució despejando al córner. En la ejecución, la Bruja, tras centro de Benítez, probó nuevamente de volea al Uno, que rechazó bien. Desde allí no hubo más llegadas Albirrojas, y el que más se adelanto a fuerza de la imprecisión Pincha, fue el Taladro. Tres jugadas sucesivas pudieron haber roto el arco visitante: Barrales hombreó un balón desviado solo en el área menor; Patiño sorprendió con un remate cerca y Devaca malogró un centro de Maidana. Demasiadas ventajas en poco tiempo entregó el Pincha, que las fue corrigiendo ajustando la marca de Basanta sobre Cvitanich, ordenando el medio con Verón y Braña más juntos, y hasta replegándose en defensa. Sobre el cierre del primer tiempo se dio la chance más clara del partido. Un centro de Benítez encontró la cabeza de Alayes, pero Luchetti fue soberbio para despejar y contener el rebote en Piatti. El complemento comenzó más chato que el inicio. Los equipos atacaban tímidamente y recién después de los 17 minutos cambió el rumbo del partido, tras la expulsión de Devaca. Dos minutos más tarde el Pincha demostró que aprovecharía el hombre de más: Maggiolo se la picó por encima a Lucchetti y Galarza la estrella en el palo de su propia meta. Un aviso. Simeone jugó con su carta ganadora y apostó con un delantero por un defensor (Salgueiro por Alvarez) y le salió redondo. La primera pelota que tocó el uruguayo, tras centro de Piatti, le quedó servida a Maggiolo para empujar el primer desahogo. La tranquilidad llegó con creces y con Piatti. Desborde de Pablo, y cabeza de Sanguinetti a su arco. 2 a 0. Para colmo, Piatti encontró un pie en el área para un penal, y verón desató desahogo personal y grupal en el cierre.

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