CASI 10 MIL ALMAS EN LANUS

El hincha de Estudiantes vivió otra noche de Copa. En este caso fue el estadio de Lanús donde cerca de 10 mil albirrojos se hicieron presentes para acompañar al equipo conducido por Diego Simeone en su estreno en la Sudamericana. Y como tantas veces ocurrió a lo largo de su historia, emparentada con citas continentales en las que el León sacó a relucir toda su mística, la gente del Pincha vibró y sufrió con todo lo que conlleva un partido de estas características. Aunque, al final de cuentas, este debut deparó muchos más sinsabores de los que hasta el menos optimista podría haber esperado.No obstante, pese a las pálidas, lo mejor que tuvo para Estudiantes este primer choque copero fue su gente, que nunca bajó los brazos y llevó adelante al equipo para intentar dar vuelta la historia.La tribuna visitante empezó a tomar calor y color pocos minutos antes del inicio del encuentro. Es más: los simpatizantes que viajaron desde nuestra ciudad (también hubo "pinchas" capitalinos) terminaron de arribar al estadio granate luego del pitazo inicial de Héctor Baldassi. En esa popular vestida de rojo y blanco, cuya capacidad asignada era para diez mil espectadores, sólo se observaron huecos en los primeros escalones y cerca del "pulmón" de seguridad que separó uno de los codos con la platea local."¡Hoy hay que ganar, Pincharrata... Hoy hay ganar!", fue el hit con el que la gente de Estudiantes trató de contagiar, en todo momento, al equipo del Cholo. Pero el primer tiempo tuvo cinco minutos fatales (del 18' al 23') para la ilusión de los albirrojos con los goles que en ese lapso convirtió Lanús.Y si esto fuera poco, luego de ese 0-2, Juan Sebastián Verón sintió un pinchazo y fue el propio público albirrojo el que se dio cuenta de que ya no había más partido para el capitán estudiantil cuando en ese mismo instante lo vivó con el habitual "¡Bruja, Brujaaa..."!Aunque durante el segundo tiempo el equipo de Simeone fue para adelante no le alcanzó para marcar el descuento, aunque ese esfuerzo fue premiado por la hinchada albirroja que le tributó un cerrado aplauso sobre el final del partido.